jueves, 27 de octubre de 2011

El cierre de las puertas en Europa por la existencia de transgénico en la miel, está afectando directa e indirectamente a mas de 12 mil apicultores.


Preocupados se encuentran los apicultores chilenos tras el fallo del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, del pasado 6 de Septiembre, que señala que la miel contaminada con polen transgénico en Alemania deberá pasar por un proceso de revisión y etiquetado previo a su comercialización. Cabe contextualizar, que ese país europeo recibe el 80% de las exportaciones chilenas de miel, seguido por Francia, Luxemburgo y Bélgica, y lo que es peor aún ya se han rechazados varios embarques. Un análisis realizado a 20 tambores de miel chilenos reveló que todos contenían polen transgénico, según informe realizado por JPM Exportaciones, y que fue dado a conocer en un encuentro gremial en la comuna de Talagante en la Región Metropolitana.
El Veterinario y Asesor del Programa Habilitante Apícola de la Región de O’Higgins, Marcelo Tonelli, indica que los apicultores ignoran la ubicación de los cultivos de semilleros transgénicos responsables del daño a su producción de miel y derivados. La política de Gobierno es promover la coexistencia entre semilleros transgénicos y cultivos convencionales u orgánicos, “esto viene a reafirmar lo que la experiencia internacional y la información técnica y científica disponible señalan hace ya más de una década, que la coexistencia entre cultivos transgénicos y otras actividades es completamente incompatible”, puntualizó Tonelli.
Todo este problema –explica Tonelli- se debe a la sentencia europea que responde a la demanda presentada el año 2005 por el apicultor Karl Bablok contra el estado de Baviera, Alemania, dueño de plantaciones de maíz (Monsanto) previas a la prohibición de estos cultivos por el Estado alemán en el 2009. Según ese tribunal, la contaminación del polen con ADN y toxinas bt de maíz (Mon 818) constituye una modificación sustancial de la miel. La corte falló así contra Monsanto, que se hizo parte de la demanda argumentando lo contrario. Se detectó la presencia de ADN de maíz (Mon 818) y de proteínas transgénicas (toxina Bt) en el polen de maíz de colmenas situadas a 500 metros de los cultivos transgénicos. El etiquetado de alimentos transgénicos en Europa permite un máximo de 0,9% de trazas de transgénicos y esa miel no se pudo comercializar. En 2008 Chile tuvo una participación de 2,2% del mercado global de miel, con el puesto 14 a nivel mundial, según la Oficina de de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA).
Por su parte el Gerente del Programa Habilitante Apícola, Rodrigo Donoso, es enfático al manifestar que se trata de una situación muy delicada, especialmente por la falta de información oficial y precisa en cuanto a las fuentes de este polen transgénico. A ello se suma a las reacciones que tendré el mercado de la miel, lo que abre espacio para la especulación de precios, que siempre terminan perjudicando al primer actor de la cadena, el productor, “la agricultura familiar campesina es fundamental para la economía y la sociedad chilena, al igual que las microempresas. Los apicultores responden a estas dos condiciones, existiendo en la Región de O’Higgins más de 800. Si se vieran desmejoradas las condiciones de mercado internacional, el mercado interno es una alternativa que debe ser aprovechada; y en ese camino están enfocado parte de los esfuerzos del Programa Habilitante, los que espero puedan ser potenciados mediante otras ayudas del Estado”, enfatizó.
El Secretario de la Mesa Apícola Regional, Jorge Pérez, en el plano personal opina que la autoridad está respaldando el fuerte ingreso de los transgénico, “privilegiando a 4 ó 5 empresas semilleras en comparación a un significativo proceso de producción a nivel país. A ello se suma el aprovechamiento de los exportadores del inestable contexto internacional para bajar el precio de la miel, generando de esta forma índices negativos de producción interna, ya que los apicultores comenzarán a privilegiar el arriendo de colmenares para otras actividades de la cadena frutícola”, subrayó.
Sin embargo, uno de los directores del programa Habilitante Apícola, Luis Osorio, ve este obstáculo como una oportunidad para comenzar a trabajar en la certificación de los productos de la miel, “es una instancia dura y difícil para los apicultores, pero hay que sacar las potencialidades para fortalecer debilidades, y hoy se hace necesario junto al Gobierno en trabajar en la certificación de la miel”, puntualizó.
  El cierre de las puertas en Europa por la existencia de transgénico en la miel, está afectando directa e indirectamente a más de 12 mil apicultores.
Según estimación preliminar de la Asociación de Exportadores de Miel, cerca de 40% de la producción de miel se verá afectada por contaminación transgénica. En el plano local, Emiliano Orueta, Director Regional Sercotec, señaló que está atento a las informaciones que emanen del nivel central con la finalidad de comenzar a trabajar lo más rápido posible en las políticas gubernamentales y de esta forma devolver el creciente ritmo en el mercado que estaba experimentando el sector.






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